Somos un colegio abierto a las diferencias, a las propuestas diversas, al diálogo donde se disiente para converger.

Aceptamos todos los credos, sabiendo que es la familia el lugar privilegiado para ese desarrollo y el colegio el que aporta un criterio profundo de trascendencia, respetando las creencias de cada uno.

En nuestro proyecto de bilingüidad se privilegia el uso comunicativo de la lengua, y los alumnos egresan habiendo confrontado sus aprendizajes a través de Exámenes Internacionales.

En el secundario, nuestros alumnos se preparan para la investigación, para el mundo de la economía y el trabajo o se sumergen en las distintas artes. Acompañando la tarea áulica, los alumnos realizan seminarios, talleres, prácticas de campo y de laboratorio, encuentros académicos y deportivos, viajes de estudio.

Estamos siempre en la búsqueda de todo aquello que sirva para enriquecer y ampliar el pensamiento y el espíritu de nuestros alumnos. Aceptando ir un paso adelante, abriendo nuevas rutas en el camino del enseñar, del aprender, del ser.

Educamos para la vida, ¡con alma y fuerza!